En su obra de 1513, «El príncipe», Maquiavelo describió al líder ideal de la época. El príncipe desempeñaba un papel que estaba a medio camino entre un hombre de negocios y un político. Necesitaba ser virtuoso y afortunado, pero también cínico y a veces falaz. También debía ser despiadado para conquistar nuevos principados y mantenerlos. Los tiempos cambian y se necesitan nuevos principios. El talento, la suerte y un gran corazón tienden a aflorar como los rasgos de una nueva generación de líderes.
Los nuevos jóvenes emprendedores serán responsables de crear un futuro mejor, ya que estos, con el apoyo de colaboradores talentosos e inversores aventureros, tendrán la oportunidad y el deber de hacerlo. Espero que nos guíen hacia un futuro mejor y que tengan la oportunidad de hacerlo mejor de lo que pueden hacer la política y la religión.
Quisiera dedicar esta breve colección de ensayos a los jóvenes emprendedores, sobre todo a aquellos que se encuentran lejos de los principales centros de innovación. A aquellos que aparentemente se sienten aislados de las mejores oportunidades. Lo hago con la esperanza de darles el valor para lograr grandes cosas que contribuyan a mejorar sus comunidades y nuestro pequeño planeta.
Algunos ensayos pretenden inspirarlos en lo que respecta a por qué deberían crear las empresas del futuro, mientras que otros, más prácticos, les aconsejan sobre cómo hacerlo. Son ensayos concisos, algunos con un toque personal y todos diseñados para compartir el beneficio de la experiencia. Se presentan tal como lo hubiera deseado cuando era un joven emprendedor: directos al grano, sin pretender complacer a todos con medias verdades.
En esta colección, encontrarás las traducciones de los 12 ensayos en los 12 idiomas más comunes. Si bien el inglés es el idioma universal de la innovación, solo nuestro idioma materno es capaz de llegar a nuestro corazón y por eso lo prefiero así. Las versiones traducidas no se publican por separado, sino que se reúnen en un solo volumen para recordarnos que, solos, somos demasiado pequeños como para marcar la diferencia. Espero que tu idioma esté incluido.
Te invito a no guardarte esta colección como si fuera un secreto, compártela con otro joven emprendedor de otro país, con la esperanza de que haga lo mismo con otra persona, quizás también de otro país.
Ad Maiora